viernes, 21 de enero de 2011

Copiando

Henry estaba sentado esperando respuestas. El café no sabía bien pero sin duda la compañía de sus nuevos amigos hacía que el pobre sabor del americano pasara desapercibido. Tras verlo pensaba ¿qué clase de trabajo puede tener un sujeto así?  La conversación transcurría ligera mientras las Club Verdes frías se vacíaban deprisa debido a la sed de embriaguez de los presentes. La reunión terminó y al final todos parecían contentos. Al salir,  Henry atrajo al sujeto de dudoso lugar de empleo. Caminaron, sonrieron, hablaron y comenzaron a dibujarse el uno al otro. La hermosa y fría noche los obligó a bailar para matener el calor en el cuerpo. Así estuvieron toda la madrugada.  Para Henry, la compañia del extraño sujeto transcurrió en azules, el color de la tristeza.