La puta tristeza y el día perfecto para estar triste.
Son los días de sol en los que la gente ríe en la calle.
Son los días magníficos de sol y de esperanza.
Son los días de las comidas familiares y de los premios.
El día perfecto
para estar triste es el día de hoy, es el presente, es la mañana que me
dejaste, es la mañana que lloraste en mi cuello y me dijiste que me vaya.
El
día perfecto para estar triste es el día que no te voy a recordar más. El día
que te inmole la casa y que salgas corriendo a pedirme perdón.
El día perfecto
para estar triste es el día de nuestra boda imaginaria con toda tu yuta familia
venerándome.
El día perfecto para estar triste es el día número 30 sin vernos, sin
hablarnos, sin saber nada el uno del otro.
¿Todavía juegas al fútbol los martes?
¿Tienes nuevos amigos? ¿Tuviste sexo con alguien? ¿Le hueles las axilas a una
mujer?